miércoles, 4 de febrero de 2009

Titulito: En tu cielo


Me tire en el pasto. Utilizando mis ojos como dos telescopios, les buscaba forma a las nubes, cuando noté el celeste que en degrade ascendía por un horizonte mágico y apartado de ese paisaje tan celestial.

Exaltada me senté. Mirando detenidamente y memorizando el lugar que divise anteriormente.

Rápido puse mis pies sobre la tierra arrojando mi sombra y salí a correr en busca de algo que no sabia que era. Cada paso era lento como en los sueños. Cuando uno corre. Parecía que no había fuerza de gravedad que me sujetara con sus limites… nada pesaba.

Tras paso y paso que daba mi sombra de nuevo me dibujaba que estaba flotando sin haberme dado cuenta. Y cada tanto un rebote contra el suelo que era lo único que no paraba de repetirse tratando de que me despierte pero no.

Mis pies desnudos estaban en una rutina de pasto y aire que los envolvía por momentos… yo… cerré los ojos, ya estando suspendida… los abrí casi de instinto y pude percibir los celestes de ese cielo cósmico con sus nubles, techos grises y su rey dorado que se reflejaban en mis ojos… no pude ganarle y el sol poderoso me obligo a volver a cerrarlos…. No me aguanté, y los abrí de nuevo desafiándolo y engañándolo con las sombras mínimas de mis pestañas.

Esta vez vi luces como reflectores relampagueantes, imponentes que me volvieron a encandilar. Y por ignorancia di al piso, y volví a rebotar, esta vez casi por lógica me impulse para intentar llegar más alto… (Sin darme cuanta me olvide del lugar a donde quería ir)… mientras la altura seguía creciendo y mientras que yo creía que volaba, flotaba, llegue a donde mi curiosidad me guió. Y pasando por arriba de colchones tendí mi cuerpo sobre esa nube suave y adormecedora.

Mientras los cielos hipnotizaban mis ojos caí en el sueño mas profundo que pude imaginar… el dormir eterno y pacifico que estaba experimentando era mágico.

Mas tarde el silencio estancado fue roto por una voz. Te voz. Que me despertaba entre los dioses. Tu vos áspera que le dio color a mi primer parpadeo. Sentí tus caricias sobre mi frente, y abrí los ojos tranquila. Vi tu rostro sonriente que me preguntaba adonde iba.

Eras el único que ya lo sabia aunque mis pistas no te ayudaran, pues de que servirían si lo sabias todo… tu abrazo me dejo atónita… entre suspiros logré volver a mi misma… estaba feliz de poder verte porque te encontré en ese lugar al que quería ir… y me confesaste que me estabas esperando…” a veces se me mezclan los sueños con la realidad “, te dije. Y mirándome a los ojos contestaste que a vos también.

Y luego de tanto sueño y tanta realidad fusionada todo termino con una escena esperada en algún mediodía futurista, de un día soleado.



by maddi.

AHORA


nos referimos a Cofasso, a este lugar,que a su manera, es donde la inspiración hace fluir caudales de fuego del arte escrito.