miércoles, 13 de enero de 2016

El semblante del felino.

"¿Y, Tibi, qué me contas hoy?"
                 ...
No podemos decir que hemos de olvidarlo todo. ¿De qué material están hechas las telarañas que están en las esquinas y lugares abandonados de mi mente? - "No hables, no pienses, no pienses: Leé, leé, leé."
Órdenes, órdenes, modo imperativo: ¡Ya mismo! ¡Ahora mismo! ¡Ya mismo!
Bueno, okey, aceptado, tragado, atrás, atrás, al fondo.
[Esta es mi voz sola, hablando, yo -creo- no tengo nada que ver:] A mi no me importa desaparecer, más bien, me importa lo que alrededor mío desaparece. Bueno, más exactamente considero que estoy observando, desde la oscuridad elegida, ciertas cosas que no puedo manejar, por eso me salgo de allá, de allí, de acá. No encajo, no entro en el rompecabezas -eso nos hacen pensar que somos: "un rompecabezas"- . ¿Tiene sentido eso? Quizás sí, si aún , por lo menos, supiéramos saber qué tipo de cosa somos, aisladamente. Bueno, acá justamente estoy, autoarmándome, soy un rompecabezas sin modelo existente. Quizás infinito, hasta que la Fuerza Inexorable tenga ganas. Y ya me desdoblé de nuevo en otra y otra y otras y otra de otras cosas. Así como a veces mi cuerpo se atrofia, los pensamientos también. Los sentimientos también caben en esa bolsa. Entonces consumo mis horas en música, en mirar el cielo y en pensar boludeces antes de dormir. Duermo como si tuviera enjambre de ramas de roble debajo de ese viejo colchón, pero no importa mucho ahora. Dormir ya no cura. No sé cuál será el remedio (capaz no tengo la vieja enfermedad que padecía)- a parte de que me duele, como si fuera una mezcla de calambre y molestia en forma de caparazón de hierro de microtortuga, arriba del talón derecho, que en realidad es un quilombo de tendones pulsantes arriba del empeine. ¿Qué mierda le pasa a Aquiles'? que se mete con mi talón. "Tendinitis Aquílea"- qué mierda le pasa a Aquiles... Es como que  él se transpola  en esta realidad, en ese dolor como si algo se uniera con alguna otra dimensión - que capaz no tengo ganas de ver. En fin, solo estoy algo atrofiada. Me pasa que a veces no puedo mover las piernas. Luego hago mover el motor de a poco y mi cuerpo se va acordando de que es un cuerpo- o sea que se acuerda de que puede moverse. Es muy difícil darse cuenta de como a veces nos aislamos en ciertas rutinas. Ya me estoy cansando. Mis palabras parecen ácido hacia todo. Todo hace desintegrarse, no al menos acá, si aquí, más aquí, más profundamente aquí, donde hay un sentido que ni siquiera puede decirse con palabras. 



Acidez... Pero dentro de poco me subo a un colectivo y voy a purgar varias cosas que tengo en el interior. || Pero es difícil explicar bien, y no sé en realidad para qué explicar el sistema interior que me limita. - A todo esto, me sigue sorprendiendo cómo es que debajo de mí  merodean mis felinos. Capaz entienden mejor que yo las cosas. Increíble es cómo captan mi atención, simplemente estando en posición guardiana, rozando mis piernas.- Insistiendo en sentires que a mal puerto puedan llevar, no olvido nada, tampoco me arrepiento de nada, pero ahora debo darme una tregua. Me tiene que atravesar un cielo vasto, me tiene que flechar un aire completamente diferente, me tienen que pisar cordilleras de montañas que incrusten la sensación exacta de una tierra curadora, mejor que esta. Sigo teniendo ampollas en los mismos lugares, sigo padeciendo el mal de Aquiles. Tan inútil al final... y bueno, así lo quiso el Destino y sus amiguitas caprichosas. Pero a mí me joden la vida. Joden un poco bastante... supongo/creo/espero que... ya se van a dejar de joder. Siempre antes de un viaje... ¿por qué será eh? A mi oráculo felino le pregunto, pero me contesta cosas como "Quiero comida", ¿ y la coherencia?. Capaz me quiere enseñar que a veces no es necesario vivir con el dominio epistémico de la coherencia. Y me caliento y le quiero gritar "¡¿Entonces que tipo de episteme puta es esta, Tibi?!" .... Me mira con su cara nomas, me abandona un poco con su silencio. Y me da de mi propia medicina. Gracias, así aprendo.
Ciertamente escribir, creo, sólo nos sirve a los que mucho hablamos. Aquellos que no hablan deben tener su propia dialéctica, pero difícilmente sistema de palabras propias. Ya entiendo mejor ciertos silencios. Entonces deberíamos aprender a "leer" otras formas de "palabras", o simplemente "formas". "Pero qué diferencia hay si de la conciencia no nos podemos librar."
Suenan así, como si fueran palos en el estómago, las canciones de la radio. El Tibi se fue a ser feliz. Debe soñar hermosamente, de tantas horas que duerme. Su profesión, a demás de devorar amor, debe ser recibirlo y no sé cómo , pero existe, darlo. Su nombre así lo indica. Su nombre así significa. Su nombre así nació y así se mantendrá. Irreversiblemente. ¿Cuántas vidas tendrás debajo de tus ojos, estimado hijo mío? ¿Cuántos secretos debo tener guardados de vos amante eterno de mis manos? "Y si es que el tiempo existe, yo quiero compartirlo, si todo es una foto quiero estar, al lado tuyo. Al lado tuyo quiero estar."
Como siempre, el único guardián más oportuno de esta desastrosa soledad, será la dominada y confiable de su soledad felina. Que me regala su presencia, que la transmuta en compañía.


Ese ser que puede transmutar ciertas cosas. Algunas no, pero si otras tantas.

AHORA


nos referimos a Cofasso, a este lugar,que a su manera, es donde la inspiración hace fluir caudales de fuego del arte escrito.