lunes, 7 de noviembre de 2016

Ojos sables

Aún quedan puertas abiertas. Se abandonaron las llaves (ssí, ellas entre sí). Una la dejó a la otra.  Las cerraduras vomitan por todo el piso. Paredes...de un azul sideral. Seres en negro.
Era justamente, ese, el recuerdo (Llamaba a un marinero, La alada, captando al parapleontas).


Escuchando el motor; cerré los ojos e imaginé una gran tormenta sobre su casaLa vibración del motor fue un mantra continuo para entrar en el trance del sueño rápido -de siestas de colectivo- qué manera la ansiedad de matarme al llegar a su casa. Qué adrenalina.Habré delirado... porque estaba muy fuera de mí. Ciertamente vi en ese lapsus una gran tormenta gris y azul. Las nubes se enroscaban, los rayos ladraban. Sobre la tormenta las imágenes de los suyos, hermanos y padres, se levantaban como dioses. Enormes, soberanos, con la mirada templada meditando. Cada uno de un color. Pero era de ella el blanco. La tormenta era el límite de la realidad. Cada dios suspendido dejaba caer su cordón umbilical característico a la casa. Un hilo de oro la ataba allí. Finamente extendido por el cielo. Parecía de fuego. Los dragones se disponen a luchar en las tormentas, nunca gana ni el azul ni el rojo. Nunca le gana uno al otro. La pérdida mutua los empata. Yo vi a esos dioses tan esbeltos, conectados a ese extremo del mundo, esa casa tan extraña. Desperté.


No hay luz aquí. Es oscuro el discurso. Sumergido en fosas marinas, lejos de un cielo ideal.
No aflije
No ejecuta
No párpadoseduce
No embrujaencartela

Los ojos sables que no veo. Clavan la mirada petrificadora.

Pero... no comprendo el ensimismamiento. Extraños únicos olores. Extraño ahogarme en algunas felicidades, miserabilidades, anzuelos.
[Se pregunta mil veces el mismo asunto, y lo peor es que no sabe hacia donde quiere ir de preguntar.
No hay mandíbulas que a veces soporten el peso del silencio.
Qué pasara por esa cabeza]

Hasta que reacciono:
Es cómo un movimiento involuntario como cuando se sueña que te caes por el vacío, con electricidad te tira el músculo ocular desde la lumbar... en eso te tira hacia la tierra. Problema tuyo donde caiga la oscuridad del cometa. Los astros te andan negando.

AHORA


nos referimos a Cofasso, a este lugar,que a su manera, es donde la inspiración hace fluir caudales de fuego del arte escrito.