sábado, 7 de mayo de 2016

Cuidar la dialéctica G-M

Todos los días que caben en las horas, aunque sean las más luminosas y respirables, me entierro pensando en el cerebelo intelecto, cómo cuidar del tesoro líquido que se presenta radiante en las palabras articuladas de tu voz. Como finísimo cabello de oro que va horadando el silencio, cínico silencio, emergente desde las radiantes frentes de aquellos que sentados te escuchan. Portadora de belleza, no solo enaltece tu postura sino tu fuerza profunda, sin penumbra, sin temor. Los pasillos te pierden de mí, ahora que tanto deseo dar media vuelta cuarta quinta sexta, y encontrarte en la puerta aquella de la 6, de la 7, de la 10 -que son las obligadas que tengo-. Cada vez te escribo más negro, más oscuro, cada vez escondo en el tejido de los ángulos minúsculos que forman estas letras, poco a poquito, mucho a demasiado, es lo que tu ser revela sin explotar, es lo que me inyectan tus besos, formas posibles actualizadas en la superposición, que,  más la acumulación y, que, de repente... lo que no necesita ser pesado (o valuado en...) un sentido que justifique el existir.... y de repente suspender el tiempo con -sabidamente- vos. Es lo que un filósofo medicinal decía que el tiempo del mundo es eterno, justamente, relativa y perfectamente, "estaríamos afirmando" que sí... en tanto que uso tus modos, en tanto que emulo (frustrantemente, por tenerte lejos) el sonar de tu voz. Y si ella,  que está aquí también sentada escribiendo como aquella que goza del respirar de la afectación tuya. Sí...esta misma que soy en una yo, esta misma que soy en varias con lo que cada palabra pueda paupérrimamente valer.. muchas erres para errar en las modalizaciones... Es imposible describir la luz perfecta que se esconde entre los pocos milímetros de materia de tacto que se encuentran en esos espacios ínfimos de confusión de los cuerpos. Pues voy superando así las ignorancias, hermosas pero ingenuas, de haber escrito mares equivocados acerca de ilusiones perdidas en algún planeta alquilado por algún corrupto del amor. Me desmoralicé a tal punto que ya ni me entiende mi propio corazón silente pero no importa en realidad. Aprendo nuevas palabras con vos, aprendo la magia auditiva de darle palabras a aquellas cosas que articuladas en llovizna me hacen sentir en la sangre somáticamente, tu huella que no se diluye fácilmente... el rastro tenue y preciso. Y te cuento que me quedo sin autoridad cuando tu risa gobierna el hecho de que mi suspensión ante la contemplación viva (experiencia fáctica) por arte de la per-locución, hace lo siguiente: me envolvés y , de este modo,  envueltamente de certezas -con forma de aire verdadero-, verosímil, fílmico, de rollo de fotos, la vida a través de una ventana, a través de una persiana, a través de una escalera, a través de unas caminadas cuadras , a través de ese puente... el Pontos que no es el Río, el Pontos que es el mar que soñamos juntas. Pues ya no me importa, el discurso sangra invisiblemente lo que nadie puede ver con los anteojos empañados de una ficticia educación apriorísticamente cosmogónica. Pues ya tampoco me importa qué dirán o que tan directos sean de y muertos, autosuicidadosporsusintrínsecosactosdesmoralizadores. 
Pero 
el
punto 
es 
que estar en la realidad empírica de cualquier situación fortuita que nos regale cualquier fuerza inexorable de este devenir misterioso -laborioso también (hay que reconocerlo)-, me hace sentir que en vez de escribir o leer (a lo que mi existencia se autocondena por lo general), es decir: en vez de nadar gozosamente, respirar, exhalar y disfrutar de hermosas historias de perfectos y únicos sentires, dados solo en la cósmica-lejana y cómplice unión de los amantes.... he de -dichosa de mi- reconocer en una suerte lograda de anagnórisis luminosa, que mientras el goce me ataca sin avisarme... mientras tengo-te en mí... mientras escucho-te dentro, mientras respiro-te suspendida, porque también contemplo-te de mirada de puente inexorable... además que cuido de nuestra dialéctica, uno de nuestros mejores lazos de unión.... a parte de lo que sos por completo en constelaciones de acciones, de praxis hechas del fino material del prestigio y la bondadosa honestidad que te compone. Todo resumido en el último e ínfimo hálito de aire de pecho de sueño de entrega onírica de abrazo de engranaje de voz de perfiles fundidos. Con-fundidos- Conformados-Fluencia-Inmanencia, feroz, natural, incólume. Cuido-las-te, omnes... Vos.  Es la misión.

AHORA


nos referimos a Cofasso, a este lugar,que a su manera, es donde la inspiración hace fluir caudales de fuego del arte escrito.