jueves, 31 de marzo de 2016

Locus amoenus.

Como la penumbra suave de leerte hablar en la música que pongo para calmarme. Si bien desgarran los sonidos, desgarran un poco el olvido. Pasaron los días, nunca cesan de pasar. Me agarran locuras por momentos; por momentos escribo estos diarios intermitentes, que no son luces pero tienen algo que hace reflejar los elementos de, esta, la paradoja. Abro la puerta, siempre me pierdo en el llavero perdible, pienso en un aleph de todo. Un panóptico. Un cuadro pictórico que se transforma en túnel, mezcláronse allí mismo, en un pseudo zaguán, todos los colores, que  surgen de los recuerdos, de las memorizaciones, de la borrosidad teñida por el recuerdo o el acto de rememorar: Llegar al punto de darse cuenta de la culpa de la mentira aceptada, de la mentira emuladora de la verdad perfecta, de la mentira -personificación pura de un error- sentenciada, año... tras año... tras año = Otorgamiento de un perdón, tras otro perdón, tras un plural e último e infinito perdón. ¿Qué tan real habrá sido esa realidad ilusiva? La mentira perfeccionada vestida de verdad para un baile de disfraces (que en un septiembre borroso la noche y sólo la noche, escuché todo lo que llore. La luna miran-do-me, perfecta escena para un recuerdo. Perfecta manipulación. Qué desgracia... sólo sigo siendo un ser manipulable. Qué gracia, lo he advertido al fin).
La funcionalidad de esto es superar. Ya que superar es re-hacerse... Por suerte puedo no cometer anacronismos, sigo inmersa en cierto devenir. Están brotando gérmenes de un crecer, de una corporalidad... con tiempo sinuoso, con lugares rápidos. 



Entré en una lógica rizomática... exocéntrica... Me ahogan las teorías... pero son sólo teorías... las teorías son sólo teorías... Nunca dejarán de ser sólo teorías. Cada una de estas palabras, ya no disparan mil, no existe en un persistir innato y por lo general superfluo, la ambigüedad absoluta, denigrante del entendimiento, pobre, paupérrimo, claro, opaco y visible. Prosigue así la contaminación en mí, de palabras que no son más. Prosigue así el ritmo marcado en 
ún, dós, ún, dós, ún, dós...
más el redoble de los tambores constantes en un patrón cuadrado y firme, tác táca tá-tá, tác táca tá-tá...
más subir de un Mi a un Fa, más e baile de los violines en el patrón que les corresponde... tím-túm,tím-tím túm, tím-túm, tím-tím túm...
a veces aparecen algunas alteraciones... ea
Pero siempre va increscendo, como el Bolero de Ravel: Así es como te define cada uno de tus elementos constituyentes... así es como te define mi entregado CoRazón, sin  ya ceguera, lo dice con su razón, fuera de ser cartesiana, fuera de ser dogmática, lo dice con su sangre que titila ni bien te tiene cerca... Ni bien advierte
Una voz-------------------------------------
Un léxico-----------------------------------
Un aroma----------------------------------- Que     me   ve    con
Un lugar------------------------------------ el marco de tu pelo,
Una suavidad------------------------------  encierra tu figura 
Un tacto------------------------------------    dibuja la rosa
Un contorno-------------------------------        te  define 
Una mirada--------------------------------           vos
Que no pare el rizo del destino, que siempre me encuentre suya el ser y el estar, el pensar despensando, a ignorancia que supuesta ensimismada era feliz. Siempre explotando en el calabozo, siempre repensando, recordando, sincronizando la manía justa de los imanes, que parece ser que no se necesitan pero igual se atraen. Como si fuera una condena de alguna ley no descubierta. Lo mismo le pasa a su piel con la mía. Quizás, en la noche y en las estelaridades... haya algún movimiento oculto imperceptible (qué perdida!) que quizás de los quizás, genere el misterio de este devenir en constante crecimiento. Como una flor... como el oxígeno que infla los pechos de cada uno de los transeúntes.  Y sí vas... ese es tú, por excelencia movimiento: increscendo.

AHORA


nos referimos a Cofasso, a este lugar,que a su manera, es donde la inspiración hace fluir caudales de fuego del arte escrito.